Adolfo Falcón Garza realizó dos murales en el Hotel Chulavista de Monclova, Coahuila, en 1964. En ellos empleó la técnica rompemuros utilizada también por el maestro David Alfaro Siqueiros, para desaparecer ópticamente los ángulos de las paredes. Esta hazaña llegó a oídos del muralista mexicano, lo cual provocó que Falcón recibiera una invitación del maestro Siqueiros para trabajar con él en el Castillo de Chapultepec, en el mural de la Revolución.

El arte distingue a San Miguel de Allende.

En 1967, el maestro Rufino Tamayo invitó a Falcón a participar en el mural “El Mexicano y su mundo”, el cual fue expuesto en la Exposición Universal de Montreal. Esta obra de Vinelita y acrílico sobre tela, se encuentra expuesta en la recepción de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en la Ciudad de México. Con experiencias como estas, Falcón Garza fue encontrando su estilo propio pintando cuadros de gran formato con pinturas matéricas.

El arte nos humaniza.

La obra de Adolfo Falcón es de un misticismo profundo. Puede ir desde la mitología del Quinto Sol azteca, hasta los poemas de San Juan de la Cruz. De los misterios de las pirámides de Egipto, hasta los secretos de los Rollos del muerto. La intensidad de su pintura emerge de la fusión de tierras de colores azules, ocres y marrones, con signos y símbolos que dibujados en polvo de mármol dan vida al arte.

Sin arte, no vale la pena la vida.

La galería AFALGAR se encuentra en San Miguel de Allende, en el número 40 de la calle Eco, en la colonia La Lejona. Allí Adolfo Falcón sigue pintando a sus 80 años. La oportunidad de conversar con Falcón o tomar un curso con él es muy sencillo. Lo único que hay que hacer, es enviarle un mensaje de Whats App al botón verde que aquí aparece.

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